Noche positiva y fresca en el Estadio José Amalfitani, Vélez Sarsfield y Rosario Central se enfrentaron por la novena fecha de la Liga Profesional de Fútbol. El Fortín, tras una racha de partidos imprecisos y carentes de ideas claras, buscaba recuperar terreno y levantar cabeza.
Desde el inicio, ambos equipos mostraron un juego disputado. Vélez, consciente de la necesidad de afirmarse en la cancha, intentó imponer su estilo de juego ofensivo, presionando en todas las líneas para recuperar la pelota y generar peligro en el área rival. Sin embargo, la falta de precisión y claridad en las jugadas ofensivas evidenciaba las dificultades del equipo para encontrar contundencia.
Rosario Central, por su parte, se mostró compacto en defensa, pero le costaba cruzar la mitad de la cancha con libertad y sus pocas llegadas no lograron inquietar a Marchiori.
Fue recién en los minutos finales, reviviendo El Vélez de los 90” Vélez logró romper el empate. Abiel Osorio, quien ingresó desde el banco minutos antes, se convirtió en el verdugo de los rosarinos al marcar el único gol del partido con un soberbio cabezazo.
El gol de Osorio no sólo significó los tres puntos para Vélez, sino que también representó un respiro para un equipo que venía cuestionado por su falta de contundencia y eficacia en el campo de juego en las últimas dos fechas.
Con esta victoria, El fortín busca recuperar la confianza y el impulso necesario para afrontar los desafíos que se avecinan en el torneo. El próximo encuentro, visitando a Banfield, se presenta como una nueva oportunidad para seguir creciendo y consolidándose como un equipo que se anima a buscar clasificar a la siguiente fase.
En definitiva, la noche en Liniers fue testigo de una victoria trabajada y sufrida para Vélez Sarsfield. Un triunfo que, más allá de los análisis técnicos y tácticos, reafirma el compromiso y la entrega de un equipo que no se rinde y que sigue luchando por sus objetivos.
Comisión de comunicación UV.
