Sigue su marcha imparable: 4-0 en el Amalfitani
En una noche mágica en el José Amalfitani, El fortín confirmó su excelente momento futbolístico al golear por 4-0 a Independiente Rivadavia de Mendoza, en un partido donde los dirigidos por Gustavo Quinteros no dieron respiro al rival. Con este triunfo, el Fortín se mantiene en la cima de la tabla de la Liga Profesional y lidera la tabla anual, consolidando su candidatura al título con una actuación que combinó solidez defensiva, dinamismo en el medio campo y una contundencia demoledora en ataque.
Desde el inicio del encuentro, quedó claro que Vélez estaba dispuesto a imponer su ritmo. Independiente Rivadavia salió al campo con una formación agresiva, alineando tres delanteros con la intención de presionar la salida del Fortín y generar peligro desde los primeros minutos. Sin embargo, esa estrategia duró poco, ya que el conjunto mendocino se vio rápidamente superado por la intensidad y la eficacia del equipo local.
El primer gol llegó a los 19 minutos, tras una precisa jugada colectiva que culminó con una pirueta que sorprendio a la defensa y al arquero de Braian Romero, un golazo. A partir de ese momento, Vélez tomó el control absoluto del partido, mientras Independiente Rivadavia se veía cada vez más desbordado, incapaz de contener las arremetidas velezanas.
El segundo tanto, de cabeza luego de un hermnoso centro, obra de Elías Gómez a los 29 minutos, fue el resultado de una rápida transición que sorprendió a la defensa rival. El gol llegó en un momento especial, justo cuando comenzaban los festejos por el 30° aniversario de la obtención de la Copa Libertadores de 1994. La celebración en las tribunas fue inigualable: fuegos artificiales iluminaron el cielo del Amalfitani mientras miles de celulares encendidos se movían al unísono, creando un ambiente de fiesta total.
A los 39 minutos, Vélez sufrió un contratiempo cuando Claudio Aquino tuvo que retirarse lesionado, siendo reemplazado por Matías Santos. Este cambio no afectó el dominio del Fortín, que continuó demostrando su superioridad en todas las líneas.
Ya en la segunda mitad, Vélez continuó dominando el encuentro con la misma intensidad. A los 68 minutos, Francisco Pizzini amplió la ventaja con un remate cruzado inalcanzable, que refuerza el buen momento que atraviesa. Con el 3-0 en el marcador, el partido parecía sentenciado, pero el Fortín no bajó el ritmo y fue por más.
El cuarto y último gol llegó tras un penal que Brian Romero le cedió en un gran gesto a Michael Santos, el cual herró inicialmente, pero aprovechó el rebote para marcar y sellar así la goleada a los 76 minutos, liquidando definitivamnente el pleito.
La victoria de Vélez no solo fue contundente en el marcador, sino también en el juego. El equipo mostró un equilibrio en todas las líneas, con una defensa sólida, un mediocampo que controló los tiempos del partido y un ataque letal que no perdonó las oportunidades generadas. Con este triunfo, el Fortín acumula 26 goles a favor y solo 8 en contra en la Liga Profesional, ratificando su condición de líder.
Además, este es el segundo partido consecutivo en el que Vélez golea, sumando un total de 9 en los últimos dos encuentros sin recibir ninguno en contra. La libreta de Quinteros parece estar dando resultados, y el equipo se perfila como un serio candidato a pelear por todo.
El encuentro también sirvió como antesala de los festejos que se avecinan por el 30° aniversario de la conquista de la Copa Intercontinental en 1994, cuando Vélez derrotó al Milan en Japón. La expectativa en el club y entre los hinchas es alta, y ya se habla del posible renombramiento de la Platea Norte en honor a Héctor Gaudio, una decisión que podría anunciarse a finales de este año.
Vélez vive un presente soñado, y si sigue con este nivel, no hay dudas de que tendrá mucho más para festejar en el futuro cercano.
