Un Sentimiento que Nos Define

25/03/2024

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Mariano Gallo Grandjean

Escrito por:

Mariano Gallo Grandjean

Hincha de Vélez. Referente de la comisión de Marketing UV.

Una pasión inexplicable. En el universo del fútbol argentino, hay un lugar donde los corazones laten al ritmo de los sueños, donde el césped se tiñe de azul y blanco y donde la pasión es más que un sentimiento, es una forma de vida. Ese lugar sagrado es Vélez Sarsfield, un templo donde se forja el carácter, se vive la gloria y se celebra la grandeza de un club que trasciende lo deportivo para convertirse en un símbolo de identidad, de pertenencia, de amor incondicional.

¿Qué es lo que nos hace amar tanto a Vélez? Quizás sea su historia, una epopeya tejida con hilos de sacrificio, de lucha, de superación. Desde aquellos humildes comienzos en el barrio de Liniers hasta alcanzar las cimas más altas del fútbol argentino e intercontinental, Vélez ha sido un ejemplo de constancia, de trabajo duro, de fe en los propios ideales. Cada título, cada gesta, cada momento de gloria, es el fruto de un esfuerzo colectivo, de un compromiso inquebrantable con los colores que llevamos en el alma.

Pero la pasión por Vélez va más allá de los trofeos y los laureles. Es una llama que arde en lo más profundo de nuestro ser, que nos impulsa a seguir adelante incluso en los momentos más difíciles. Porque ser hincha de Vélez es abrazar una causa noble, es defender con orgullo una tradición centenaria, es sentirse parte de algo más grande que uno mismo. En las buenas y en las malas, en la victoria y en la derrota, estamos ahí, firmes como un muro, porque sabemos que Vélez es más que un equipo, es una familia, una comunidad que nos acoge y nos inspira a ser mejores personas.

¿Y qué decir del Estadio José Amalfitani, nuestro hogar, nuestro refugio, donde los sueños toman forma y se hacen realidad? Entrar al estadio es como adentrarse en un mundo mágico, donde el tiempo se detiene y la emoción lo inunda todo. Allí, en medio del bullicio y la pasión desenfrenada de la hinchada, nos sentimos vivos, conectados con una energía indomable que nos impulsa a gritar, a cantar, a llorar de alegría. Porque en cada partido, en cada jugada, en cada gol, se renueva nuestro compromiso con estos colores que llevamos en el corazón.

Y es que Vélez no es solo un club de fútbol, es una filosofía de vida, una pasión inexplicable, un modo de entender el mundo. En sus valores de esfuerzo, de solidaridad, de humildad, encontramos el camino hacia la grandeza, no solo en el deporte, sino en cada aspecto de nuestra existencia. Porque ser hincha de Vélez es aprender a levantarse después de cada caída, a luchar hasta el último aliento, a creer en los sueños más imposibles.

Así que hoy, en este rincón virtual donde se reúnen los fieles seguidores de la V azul, quiero rendir homenaje a esa pasión indomable que nos une, que nos hace sentir vivos, que nos llena de orgullo y de alegría. Porque mientras haya un solo hincha que lleve con dignidad estos colores, mientras haya un solo niño que sueñe con emular a sus ídolos en la cancha, mientras haya un solo corazón que lata al ritmo de los tambores de la hinchada, Vélez seguirá siendo eterno, seguirá siendo grande, seguirá siendo amor infinito.

En las buenas y en las malas, hasta que el último aliento abandone nuestros cuerpos, estaremos aquí, fieles a estos colores que nos han dado tantas alegrías, tantas emociones, tantos momentos inolvidables. Porque ser hincha de Vélez no es una elección, es un destino, un destino que abrazamos con todo nuestro ser, con toda nuestra pasión, con toda nuestra alma. Porque ser hincha de Vélez es un privilegio que llevamos con honor, con orgullo, con gratitud hacia este club que nos ha dado tanto y que seguirá siendo parte indeleble de nuestra historia, de nuestra identidad, de nuestro amor incondicional.

¡Por siempre Vélez, por siempre en nuestros corazones!
Una pasión inexplicable